Es uno de mis escritores favoritos. Su pluma inspira a quienes nos maravillamos por su obra, vida y muerte.
En lo personal la esencia de sus letras oscuras y pasionales, me provocan al releer sus textos la energía que a veces necesito, para volver a mi trabajo literario.
Es mi MUSO, mi ángel negro que me acompaña.
Acá les dejo parte de su trabajo poético. Que lo disfruten. Saludos.
Annabel Lee. Poema Recitado
Un sueño
[Poema - Texto completo.]
Edgar Allan Poe
¡Recibe en la frente este beso!
Y, por librarme de un peso antes de partir, confieso que acertaste si creías que han sido un sueño mis días; ¿Pero es acaso menos grave que la esperanza se acabe de noche o a pleno sol, con o sin una visión? Hasta nuestro último empeño es solo un sueño dentro de un sueno.
Frente a la mar rugiente
que castiga esta rompiente tengo en la palma apretada granos de arena dorada. ¡Son pocos! Y en un momento se me escurren y yo siento surgir en mí este lamento: ¡Oh Dios! ¿Por qué no puedo retenerlos en mis dedos? ¡Oh Dios! ¡Si yo pudiera salvar uno de la marea! ¿Hasta nuestro último empeño es solo un sueño dentro de un sueño? |
Balada nupcial
[Poema - Texto completo.]
Edgar Allan Poe
En mi dedo el anillo,
la guirnalda nupcial mi sien decora; de sedas y diamantes busco el brillo, y soy feliz ahora.
Y mi señor me brinda amor seguro;
pero al decirme ayer cuánto me adora, tembló mi corazón, como al conjuro, de “quien cayó en la guerra”, al pie del muro, y que es feliz ahora.
Pero él tranquilizarme, y en mi frente
besó la palidez que le enamora. Y he aquí que en un ensueño, vi presente, al muerto D’Elormy: -suyo, en mi frente, fue el beso; y suspiré ( ¡cuán dulcemente! ): “-¡Ah, soy feliz ahora!”
Y si pude otorgar palabra nueva,
así el voto juré, y aunque traidora, y aunque un luto de amor el alma lleva, ved brillar ese anillo que “me prueba” que soy feliz ahora.
¡Ah! ilumíname Dios aquel pasado,
pues si sueña o no sueña el alma ignora, y el corazón se oprime, y conturbado pregúntese, oh Señor, si el “Olvidado” será feliz ahora! |
Annabel Lee
[Poema - Texto completo.]
Edgar Allan Poe
Hace de esto ya muchos, muchos años,
cuando en un reino junto al mar viví, vivía allí una virgen que os evoco por el nombre de Annabel Lee; y era su único sueño verse siempre por mí adorada y adorarme a mí.
Niños éramos ambos, en el reino
junto al mar; nos quisimos allí con amor que era amor de los amores, yo con mi Annabel Lee; con amor que los ángeles del cielo envidiaban a ella cuanto a mí.
Y por eso, hace mucho, en aquel reino,
en el reino ante el mar, ¡triste de mí!, desde una nube sopló un viento, helando para siempre a mi hermosa Annabel Lee Y parientes ilustres la llevaron lejos, lejos de mí; en el reino ante el mar se la llevaron hasta una tumba a sepultarla allí.
¡Oh sí! -no tan felices los arcángeles-,
llegaron a envidiarnos, a ella, a mí. Y no más que por eso -todos, todos en el reino, ante el mar, sábenlo así-, sopló viento nocturno, de una nube, robándome por siempre a Annabel Lee.
Mas, vence nuestro amor; vence al de muchos,
más grandes que ella fue, que nunca fui; y ni próceres ángeles del cielo ni demonios que el mar prospere en sí, separarán jamás mi alma del alma de la radiante Annabel Lee.
Pues la luna ascendente, dulcemente,
tráeme sueños de Annabel Lee; como estrellas tranquilas las pupilas me sonríen de Annabel Lee; y reposo, en la noche embellecida, con mi siempre querida, con mi vida; con mi esposa radiante Annabel Lee en la tumba, ante el mar, Annabel Lee. |
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